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Nuestro privilegio es poder llenarnos de empatía para continuar en la lucha de los pueblos, porque no hay nada más fuerte que la protesta social cuando los pobres son olvidados. Nuestro grito se alza ante la injusticia, ante la desigualdad. Nos unimos como un gran pueblo para que si un día te falta el pan, solo sea la empatía lo que haga que te lo devuelvan.
Pai Allpa Mama por tu generosidad con nosotros, por regalarnos una tierra tan rica que nos nutre de papitas, cereales, legumbres y frutas. Pai Yaku Mama por dar a luz a los ríos, a los lagos que nos inundan de agua dulce para nuestras cosechas. Pai Taita Inti por iluminarnos en un Ecuador tan diverso, lleno de nacionalidades en las que aún todos somos hermanos.
Allpa mama, tierra sagrada
Perdón por haber herido a muerte tu espíritu
Perdón por no saber vivir en armonía y equilibrio
Perdón por no haberle enseñado al hombre blanco que también eres su madre"
-Fabian Muenala
Tiempos de reflexión.
Tiempos de darnos cuenta que todos somos parte del problema.
Tiempos de dejar el ego para poder observar nuestros mecanismos instaurados por una sistema consumista, individualista y patriarcal.
Tiempos de empatizar con lo inimaginable.
Tiempos de levantar la voz en nuestro corazón. Tiempos de levantar la voz colectiva de los oprimidos. Tiempos de reconocer la bondad y maldad de nuestro ser.
Tiempos de reconciliación con nosotros mismos y con los que nos han hecho daño.
Tiempos de comprender que la verdad no existe. Tiempos de reconocer a la muerte como una realidad.
Tiempos de escuchar.
Tiempos de observar.
Tiempos de amar.
Tiempos de perdonar.
Tiempos de rehabilitar.
No todos pueden salir hoy a gritar y luchar, ya sea por ansiedad, incomodidad, decisión propia o lo que sea. Aquí te damos algunos consejos para militar desde el espacio en el que te encuentres. Si seguimos callando nos seguirán vetando.
Si el gobierno no nos protege nosotros nos protegemos. Vivimos tiempos en los que el silencio representa una complicidad a la violencia. Sea como sea es momento de hablar y dejar de callar. Con nuestros derechos no se juegan.
